Como en todas las profesiones, es importante acudir a un profesional cuando necesitamos resolver algo que no está en nuestra mano. En nuestro caso, un traductor certificado tiene las herramientas necesarias para traducir el documento jurídico que te hace falta en otro idioma.
En CBLingua contamos con traductores certificados en varias combinaciones de idiomas, infórmate acerca de la que necesitas. ¡Seguro que te podemos ayudar!
¿Conoces la diferencia entre un traductor y un traductor certificado?
Partimos de la base de que todo traductor puede estar capacitado para hacer bien su trabajo, pero un traductor certificado está especializado en traducción jurada. Así que, si es lo que estás buscando, estás en el sitio correcto.
En este ámbito se dedican a traducir todo tipo de certificados, como, por ejemplo: expedientes académicos, suplementos al título, apostillas, certificados de matrimonio, de nacimiento, de defunción, etc. Para traducir estos documentos, existe una amplia formación detrás, incluyendo los exámenes para opositar. Un traductor certificado ha pasado por varios procesos de selección, como toda persona que oposita, aparte de contar con el grado de Traducción e Interpretación, una preparación de cuatro años como mínimo.
Cabe destacar que, cuando un traductor aprueba las oposiciones para traductor jurado tiene su propia firma y sello verificados y validados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Esto hace que aparte de ser un documento traducido, tenga la validez legal en el país en el que lo exigen, y eso es fundamental.
Un ejemplo cotidiano es cuando alguien pasa por un mal momento o quiere trabajar algún aspecto de su vida y vemos la diferencia entre pedir el consejo de un amigo o acudir a una psicóloga que te va a aportar las técnicas necesarias y que es experta en el tema. El resultado habla por sí solo. Cuando hablamos de traducción, ocurre lo mismo. La diferencia entre un documento traducido por un profesional en su ámbito o el vecino que sabe inglés es abismal. Como todos sabemos, traducir no es conocer el idioma, sino que va mucho más allá. El traductor cuenta con conocimientos lingüísticos, además de aspectos culturales del país de destino que, en consecuencia, termina con una buena traducción.
Otro ejemplo puede ser cuando vamos a un restaurante y tienen la carta en versión bilingüe, de repente las patatas bravas, pasan a ser las patatas valientes. Esto se ha visto en alguna carta traducida de forma automática al español. Esto puede resultar hasta gracioso, aunque innecesario. En este caso hablamos de la traducción turística, pero cuando se trata de temas burocráticos, puede tener unas consecuencias muy graves. Por eso, es muy importante recurrir a traductores jurados si nos encontramos en la situación precisa.
En CBLingua contamos con un equipo de traductores expertos certificados en diferentes ámbitos: traducción comercial, técnica, financiera, turística, entre otras. No dudes en pedirnos información al respecto, podemos ofrecerte el servicio que te hace falta.