En muchas ocasiones se nos plantea un problema de comunicación y nos ponemos en la tesitura de tomar la decisión de contrata a un traductor de inglés. Cuando decidimos recurrir a los servicios de un profesional de este tipo, realizamos una búsqueda que suele ser por Internet en la que encontraremos a una gran cantidad de profesionales. Bien es cierto que los traductores en su mayoría ofrecen sus servicios en las áreas que dominan y en las que están especializados, pero también podemos encontrar a un alto porcentaje de personas no cualificadas ni formadas que ofrecen sus servicios.
Problemas a la hora de encontrar un traductor de inglés
Como mencionábamos, es frecuente encontrar personas que ofrecen sus servicios como traductores pero que no tienen los conocimientos necesarios para desempeñar esta profesión. Algunos ejemplos son los de personas que dominan una lengua B y se lanzan a la traducción creyendo que este conocimiento es suficiente.
También nos podemos encontrar a empresas y personas que, en lugar de contratar a un traductor, hacen uso de las traducciones automáticas, como por ejemplo las que ofrece Google translate. Estas traducciones de mala calidad pueden encontrarse en la página web de muchos negocios y comercios, siendo en muchas ocasiones objeto de críticas por los demás usuarios. Tomar la decisión de utilizar estas herramientas en lugar de invertir en un profesional puede jugar malas pasadas y repercutir en el éxito de un negocio. Si abrimos una página web para adquirir un producto o servicio y no podemos comprender lo que dice la página ya que está plagada de fallos y falsos sentidos, cerraremos la página y buscaremos otro lugar.
Estas traducciones:
- Los usuarios creerán que la página web es una estafa.
- Provocan que numero de ventas disminuya.
- Un producto o servicio mal traducido no inspira confianza.
¿Qué cualidades tiene que reunir un buen traductor?
Cuando decidimos optar por la vía más beneficiosa, debemos tener en cuenta varios factores que debe reunir el profesional al que contratemos.
- Un traductor debe contar con una formación específica. Un grado en Traducción e Interpretación o un posgrado en este campo.
- Debe ser un traductor que además de estar formado esté especializado en el ámbito en que se le está contratando, es decir, que sea experto en traducción de páginas web si acepta un encargo de ello.
- Debe conocer la terminología especifica con la que trabaja para evitar fallos de traducción que puedan perjudicar al cliente.
- Se preocupa de que el texto traducido tenga sentido y riqueza gramatical, ya que estos detalles marcan la diferencia entre una traducción no profesional a un servicio de calidad.
Estas cualidades y más pueden encontrarlas con nosotros. En CBLingua cumplimos con cruces con estas características y contamos con un equipo de profesionales formados en diversos ámbitos que podrán ofrecer el mejor servicio a tus traducciones. En función del tipo de traducción que se solicite, se asignará el profesional más adecuado para el encargo.