Cuando hablamos de un poder notarial, nos referimos a un documento público autorizado por un notario que permite a una persona o empresa designar a otra como su representante para que actúe en su nombre en determinados actos jurídicos, de modo que el representante deberá acreditar su cualidad de apoderado mediante la exhibición de la copia autorizada del poder.
La persona que otorga el poder es el poderdante, quien, en principio, es libre para revocar el poder en cualquier momento, solicitando al representante (también denominado “apoderado”) la devolución de la copia autorizada del poder. Si éste se negase, sería conveniente otorgar una escritura de revocación del poder, y notificar la revocación al representante mediante un notario, quien no necesita coincidir con aquel ante quien se ha otorgado inicialmente el poder.
Traducción jurada de un poder notarial
Existen varios tipos de poderes notariales. Por un lado, están los poderes notariales específicos, que limitan al apoderado a realizar sólo ciertas gestiones, como pueden ser el pago de cuentas o la venta de una vivienda. También hay que destacar los poderes notariales generales, los cuales otorgan al apoderado la condición de representante con una amplia autoridad para gestionar asuntos legales y financieros. Por otra parte, están los poderes notariales duraderos, que confieren al apoderado una máxima autoridad para realizar cualquier tipo de gestión jurídica o financiera, incluso si el poderdante no se encuentra en buenas condiciones físicas o mentales.
En Alemania, así como en España, los poderes notariales poseen reconocimiento internacional si se complementan con una formalidad administrativa que se denomina como “legalización” o apostilla. La apostilla es un documento público notarial que sirve para certificar la autenticidad de documentos públicos expedidos en otro país (por ejemplo, un poder notarial). La Apostilla de La Haya permite el reconocimiento de la eficacia jurídica de un poder entre países firmantes del Convenio de La Haya, entre los que se encuentran Alemania y España.
Como es lógico, al tratarse de un documento con estas características, es imprescindible contar con una traducción jurada del mismo. En CBLingua, nuestros traductores jurados de alemán poseen gran experiencia en la traducción al español de poderes notariales apostillados. Las oficinas de CBLingua de Madrid y Barcelona podrán ofrecerle asesoramiento e información si desea que se le traduzca un poder notarial.